Y si te digo que las brujas no eran las malas… 

Las narrativas contemporáneas resignifican a la bruja como símbolo de sabiduría, autonomía y resistencia frente a los estereotipos patriarcales

🦋 Redacción de las Ciudadanas

Santo Domingo, República Dominicana (Octubre, 2025) — Durante siglos, la figura de la bruja ha sido el rostro del miedo, la maldad y la transgresión en los cuentos de hadas y las narrativas populares. Sin embargo, investigaciones académicas recientes demuestran que esta representación responde más a una construcción patriarcal que a una esencia maligna. 

A propósito de Halloween, releemos dos estudios académicos que invitan a repensar a la bruja no como villana, sino como símbolo de poder, sabiduría y resistencia feminista.

La investigadora Patricia Relats, en su análisis de las figuras femeninas en la ciencia ficción de Steven Spielberg y James Cameron, entre 1980 y 2000, revela cómo los arquetipos de heroínas en el cine están profundamente influenciados por los cuentos de los Hermanos Grimm y el mito mariano. En este contexto, la bruja aparece como la “mala madre”, una figura que encarna el lado oscuro de la maternidad y la destrucción frente a la creación. 

La bruja ya no es la enemiga de la doncella, sino una posibilidad de evolución

Sin embargo, Relats plantea que existe un “viaje de la heroína” distinto al del héroe clásico, uno que no busca conquistar el mundo exterior, sino reconciliarse con su poder interior.

"Así como las brujas ya no mueren en las películas de  Spielberg y Cameron , es hora de que empiecen a contar sus historias, ya que hemos escuchado todas las perspectivas masculinas. Es hora de buscar la propia voz". 

Jardín de sueños 

Ana Vicens Poveda analiza la campaña El jardín de los sueños de Gucci para demostrar cómo la publicidad de lujo está reescribiendo los arquetipos femeninos. En su estudio, Vicens destaca la eliminación de la rivalidad femenina tradicional y la emergencia de mujeres creadoras que se apropian de la magia como un don liberador. En lugar de morir o ser castigadas, las nuevas brujas sobreviven, se transforman en antiheroínas y se convierten en referentes de empoderamiento.

"Quizás el elemento más importante en estos cambios [en la construcción del personaje femenino malvado] ha sido la eliminación del personaje masculino, con esta decisión, las mujeres se convierten en protagonistas, no en musas ni objetos de deseo". 

Campaña de Gucci

La magia se transforma en un don que libera a las protagonistas, así lo exploró Gucci con su campaña. (Fuente externa).

Ambas autoras coinciden en que la bruja ha sido históricamente despojada de su humanidad: sin nombre, envejecida, envidiosa, desprovista del “don de madre”. Pero en las narrativas contemporáneas, esta figura se resignifica. La bruja ya no es la enemiga de la doncella, sino una posibilidad de evolución. Puede ser mentora, guía o incluso la propia heroína que, al envejecer, adquiere poder, conocimiento y autonomía.

La madurez y el poder femenino ya no son elementos negativos, sino formas de representación empoderada

La relectura feminista de estos arquetipos no solo desafía los estereotipos tradicionales, sino que también propone una nueva forma de narrar a la mujer, desde la literatura, el cine, el periodismo. Como bien señala Vicens Poveda, “es hora de que las brujas cuenten sus propias historias”. Y en ese relato, la magia ya no es castigo, sino libertad.

Este Halloween, más que temerle a la bruja, celebremos su regreso como símbolo de sabiduría, madurez y poder femenino. Porque, como demuestra la academia, las brujas no eran malas: eran las incomprendidas. 

De hecho, me fascina cuando la marea verde que tiñó a América del Sur hizo el estribillo: “Somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar”, entre 2019 y 2019, desmuteando aquella cacería contra las mujeres que cultivaron saberes que se querían ocultos por los señores feudales.