Diez claves de la revista Fémina en su 102 cumpleaños: Un legado de empoderamiento para las mujeres
El 15 de julio de 1922, la maestra normal Petronila Angélica Gómez Brea, la ama de casa Consuelo Montalvo de Frías, la activista feminista puertorriqueña María Luisa Agnelis de Canino y el profesor Vetilio Valera Reyes, ponen a circular una revista “de las bellas artes”, en cuyo interior se impulsaba el proto feminismo de la República Dominicana con dos activismos claves: la profesionalización de las dominicanas y la otorgación de la ciudadanía.
Santo Domingo, República Dominicana (Julio, 2024).- Hoy, 15 de julio de 2024, se conmemora el 102 aniversario de la revista Fémina, una publicación “sublime” (“Revista galante y de intereses generales”), tipográficamente emulando el art déco parisino de 1910, impresa en sus orígenes en San Pedro de Macorís; que se señaló a que las pocas -para ese entonces- dominicanas lectoras remitieran cartas y poemas, tal como lo hacía la competencia editorial radicada en la Ciudad Primada.
Pero, al adentrarse a sus páginas, en un interior cuidado desde su lenguaje hasta la selección temática, la revista Fémina, de la maestra normal y periodista feminista, Petronila Angélica Gómez Brea, iluminaba una senda hacia la ciudadanía de las mujeres. En este 102 aniversario, compartimos 10 claves para continuar construyendo los puentes genealógicos con las pioneras del periodismo de la República Dominicana.
- Llama a la acción a las dominicanas. El primer editorial de la revista se titula “¡Ya es hora!”, situando a sus lectoras en el contexto socio político que vivía la República Dominicana, y la necesidad de que se articule la unidad, la cooperación y conciencia cívica de todas: “¡Ya es hora!.. Aparece esta revista (…) cuando más necesaria es una labor de cooperación y cuando se necesita edificar con acciones y pensamientos el noble civismo y abnegación sin límites” (Gómez Brea, P.A.1922a: 1, p.1). Se trata de la predominante línea editorial de indagación que logra colocar a las mujeres en una postura autocrítica, despertando conciencias.
- Lemas como recurso de resistencia. Acorde eran los tiempos políticos, a fin de mantener a flote la agencia pionera, la maestra normal Petronila Angélica Gómez Brea, cambiaba los lemas de la publicación. Se contabilizan ocho lemas diferentes entre 1922 a 1939. Ante el silencio que impuso la dictadura trujillista, en 1935, se opta sólo por señalar: “Revista ilustrada de alta cultura femenina”; esto no significó que continuará la labor concientizadora hasta 1939.
- Fémina San Pedro y Fémina Santo Domingo. La sala de redacción de la revista Fémina tuvo cuatro sedes diferentes, dos en San Pedro de Macorís, y el resto en Santo Domingo. Su primera dirección la ubica en la calle José Reyes no. 111, de Ciudad Puerto y para ese entonces propulsora de grandes ingenios azucareros. Gómez Brea reconoce las ediciones petromacorisanas como Fémina San Pedro; la última dirección de la publicación se localizó en la calle Santomé no. 51., de la Ciudad Primada.
- Medios de producción. La condición de fabricación de la publicación incidió, por igual, en las ediciones. Entre 1922 y 1926, la revista Fémina se imprimía en la imprenta Altagracia, allí convergen otras empresas de periodistas e intelectuales de la época. A partir de enero de 1926, la imprenta Fémina tiene como principal función reproducir la revista, su propietaria es Petronila Angélica Gómez Brea.
- Consultores y consejeros. Al carecer Petronila Angélica Gómez Brea, como todas las dominicanas coetáneas, de derechos civiles y políticos, se apoya de hombres aliados que fungen de consejeros, consultores y secretarios administrativos. En sus primeras ediciones la respalda el profesor Vetilio Valera Reyes. Su consejero, desde 1923, fue el intelectual Federico Henríquez y Carvajal; como consultor, hasta 1933, Quiterio Berroa Canelo. Entre 1924 a 1926, el escritor Mario E. Guerra, figura como secretario administrativo; este rol lo ejerce después de remitir una carta contra el feminismo naciente, siendo correspondida con la solicitud de Gómez Brea de que “conociera el feminismo por dentro”, convirtiéndose en administrador.
- Trilogía discursiva. Con la finalidad de lograr la causa de la ciudadanía, fluyen en la revista Fémina tres corrientes discursivas: la redacción del discurso feminista, encabezada por la ama de casa Consuelo Montalvo de Frías y la activista feminista María Luisa Agnelis de Canino, la doctora Evangelina Rodríguez, y claro, Petronila Angélica Gómez Brea. El discurso femenino, con cartas, poemas y narraciones, de Isabel A. Vda Pellerano, Genarita Cavallo, Gladys E. de los Santos y la doctora Delta Gutiérrez Pereyra. El discurso femenino, con reportajes y crónicas -mayormente sociales y culturales-, encabezado por la doctora Leonor Martínez de Gómez, el cronista social Esteban Suazo y la odontóloga Sofía Oliva.
- Articulando votaciones. A través de concursos, peticiones y ensayos, la redacción de Fémina se ocupó de organizar diversos procesos eleccionarios, colocando en la psiquis de sus lectoras la importancia de la participación en los espacios públicos. Un concurso muy genuino fue el que procuraba rescatar la estética masculina, en 1924, de las ordenanzas del ejército interventor. El “Concurso de Bigotes Perfectos” logró que las dominicanas votaran por el hombre del mejor mostacho; para 1934, tras predicciones de ciudadanías desde 1927, Petronila Angélica Gómez Brea realiza crónica política independiente con la cobertura del voto ensayo.
- La emancipación civil. Se registran seis peticiones de reformas a los códigos existentes impulsadas por la revista Fémina: En 1922, el derecho a la educación e instrucción de las mujeres de forma pública y colectiva, por Consuelo Montalvo de Frías; también, en el año fundacional, la igualdad entre esposo y esposa ante las leyes, realizado por el prohombre y colaborador de la publicación, Félix M. Pérez; para 1926, Montalvo de Frías y Gómez Brea se unen en una campaña a favor del reconocimiento de la “materna potestad” en un plano jurídico que la patria potestad. Las peticiones de 1931 y 1932 buscan reducir los costos del matrimonio civil, pues las parejas de escasos recursos no podían pagarlo, lo que acrecentaba la cantidad de “hijos e hijas naturales”. En 1932, también Montalvo de Frías solicita cambiar la edad para casarse en mujeres, permitida a partir de los 12 años.
- Pacifistas e internacionalistas. Si en las décadas de 1920 a 1930 se conoció del feminismo dominicano, fue a raíz de una incansable labor de canjes de revistas que realizaba Petronila Angélica Gómez Brea. Se registran canjes constantes -intercambios editoriales- con seis publicaciones iberoamericanas que también agenciaron la ciudadanía de las mujeres, tales como: Feminismo Internacional (desde Nueva York); Raza (publicada en Madrid); Progreso y Cultura (Venezuela); Mujeres de América (Argentina), Iris (Bolivia); Hogar (suplemento dominical del diario colombiano El Espectador). Además, Gómez Brea representó en el país a la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas, lo que conlleva a que en 1925 creara la Liga Feminista Dominicana. Ante un periodo de entreguerras, las periodistas de Fémina buscaron firmas por la paz de la sociedad dominicana, para enviarlas a Panamá, Argentina y Washington. En 1932, incluso, dieron lectura a la oración por la paz y ayudaron, con las firmas recolectadas, a instaurar el Día de la Paz a la abogada costarricense Ángela Acuña de Chacón.
- Decodificando los activismos. A través de las tipografías utilizadas en los titulares se revelan usos que pueden calificarse como claves entre las periodistas feministas y sus lectoras. Así, al referirse al derecho a la educación y al voto se observa que el aprovechamiento de los usos tipográficos, unido a los signos de exclamación e interrogación, así como a formas de trazos o al estilo del pendolismo en mayúsculas (siempre). También, hay 164 adjetivos claves -tradicionalmente vedados en el estilo periodístico-, que estimulaban a las lectoras a unirse por la causa de la ciudadanía, pero además, diferencian cada una de las 209 ediciones de los 17 años de la agencia Fémina, y se convertía en voz de aliento para su lectoría.
Hoy también celebramos a Fémina, su 102 aniversario, con el mural realizado por el artista Francisco Martínez, el cual pintó en vivo durante el Segundo Foro de Mujeres Periodistas Dominicanas.